Acomode las cartas que me diste
durante años, de amor y de esperanza
guarde las fotos que adornaban el linvig
y comprendí, que ya no había más nada...
Extraña sensación la que sentía
al descubrir que era dueña de mis actos
que sobraban las horas en el día
y no debía controlar mis pasos...
No prepare la cena, estaba sola
solo llene la copa, de buen vino
música suave y torbellino
de cosas que perdía de repente
Hoy pude acomodar...cosas tangibles
y mañana serán...tal vez recuerdos
lo bueno del final , es que no hay llanto
ni penas, ni dolor...que me atormenten
Noemí Bianchi
3 comentarios:
muy interesante tu blog
te espero por el mio!
preciosoooo...lo esperaba de tí!!!
un abrazo fuerteeee!!!!
Hoy entro de puntillas, en tu principio, en tu ilusión, en tu primer verso...y me reconforta saber lo que pensaste en aquel momento...siempre tan sensible y sincera...un abrazo de azpeitia
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