Madre

Largas horas te pasabas tejiendo y tomando café
y el tiempo se te escapaba sin que lo pudieras ver
te gustaban nuestras charlas, confesiones y secretos
y esa cómplice ironía de cosechar algún nieto…

Recuerdo que esa mañana, me desperté muy confusa
el murmullo de aquel living sonidos en baja voz
sin acercarme a escucharlos suponía que pasaba
y en mi interior me negaba… a suponer que eras vos…

La mañana estaba fría, y yo la sentía helada
ya no encontraba tus manos para poderme aferrar
tu mirada ya no estaba para darme la entereza
de enfrentar toda esa gente, que hoy te venia a llorar

Si supieras cuantas cosas me quedaron sin decirte
cuantas migajas perdidas quedaron en el mantel
cuantas noticias había, que yo no llegue a entregarte
cuantas cosas que hoy me sobran y con las que ya no se que hacer…

Han pasado muchos años de aquella mañana turbia
y la sigo recordando, como si hubiera sido ayer
la soledad de la casa, tus pastillas bien guardadas
esas que nunca tomabas, esas que no querías ver…

De aquel pasado, un gran trecho, años que ya me dejaste
que hasta el tupe te tomaste de dejarme y no volver
hoy son fotos las que miran tus 3 nietos cada tanto
imaginando el encanto de tu porte de mujer…

De tus cosas ya no hay nada, ni la casa conservaron
enseguida se mudaron como queriendo olvidar
tú paso firme y seguro, tu organización constante
las fiestas y las tostadas que nos solías brindar…

Yo solo conserve fotos del día en que te casaste
y las miro cada tanto como queriendo encontrar
algo que me devuelva tu compañía perdida
para no sentirme sola cuando ya no puedo más…

Yo te mantengo latente como si aun estubieras
entre café y cigarrilo te cuento… que es de mi
pero tengo la certeza que el dia que nos crucemos
toda una vida tendremos para poder compartir…

Tu Hija