Susanita ( Cuento )

Solía ser una mujer cuyo perfil era algo mas que bajo, con el correr del tiempo, y desde muy joven, había entendido, por que así se lo habían enseñado, que una mujer, nace para ser esposa y madre, cuidar de una familia y vivir solo para ella...
Se caso muy joven, cuando aun, sus amigas, jugaban con las muñecas, se diria que su primer amigo fue su novio, y su primer novio su esposo, que de la comida de papel, paso a los almuerzos y cenas leidos de libros de cocina y que de ser una gran estudiosa, resigno su vida a ser una excelente ama de casa, sin embargo, no sentia cargar sobre sus hombros peso alguno, todo lo hacia silenciosa y con una sonrisa siempre, a flor de piel..
Su vida era muy diferente a la adolescencia de sus amigas, asi que poco a poco, comenzo a quedarse sin amigas, las visitas pasaron a ser llamados telefonicos, y los llamados telefonicos se transformaron en saludos enviados al azar, por algun conocido de....para ponerle un nombre - Susanita -.
Susanita, sin darse cuenta, se fue quedando en el tiempo, si bien miraba que a su rededor, todo avanzaba y se transformaba, ella seguia fiel a sus costumbres, pelo largo, siempre recogido en un rodete , perfume del año de Maria Castaña, delantal, siempre atado a su cintura, cara lavada para evitar arrugas, eran el sello de Susanita.

Su unica compania durante el dia, mientras su marido no estaba, era una vieja radio regalo de un abuelo, vivia rodeada de tecnología, pero no sabia como se usaba... el televisor brillaba en un rincón, como el resto de su departamento, y cada tanto, respiraba aire puro, mientras regaba las macetitas que Dani, gentilmente, habia acomodado para ella , en el balcon de el segundo piso, de un departamento propio, en un complejo a contruir , mirando hacia el campo abierto.

Su mundo era su marido y ese hijo casi adolescente que nunca estaba en la casa, su mundo era una franela para repasar muebles limpios y una mirada atenta para acomodar lo que ya estaba acomodado.
Ir a pedirle hasta un simple martillo era como pedirle la bolilla numero 28 de un examen para el que nunca había estudiado, a toda pregunta solo respondía...No se...Dani se encarga de eso.
Intentar cotejar gastos comunes era una ciencia absoluta, desconocía hasta que llegaba una boleta de luz o gas, siempre con gesto de inocencia y la clásica respuesta de ... No se...Dani se encarga de eso.

Era un personaje singular, vestía como para ir a una reunión en el Cabildo, vivía apurada como si alguien la esperara a la vuelta de un mandado y nunca hacia entrar a nadie a su casa...por que Dani era muy reservado.
Susanita siempre vivió en una gran burbuja inculcada a fuego desde su infancia, para ella todo era...bueno, bueno...claro, claro... Para ella todo estaba bien, no hacia falta levantar la voz, contradecir, debatir o discutir, ni aun, en una reunión de consorcio

Sin embargo, un día sus flores se dejaron de regar, Susanita dejo de cumplir horario estricto con su rutina y se dio cuenta que el complejo ya casi estaba terminado, 800 familias ya se habían mudado, su hijo ya tenia novia y su marido ya no llegaba a las 8 de la noche a cenar como cada día

Eso que los médicos llaman a veces depresión, yo lo llamo “ reflexión “, por que un día Susanita se dio cuenta que su hijo no había terminado la secundaria, que su marido no estaba en el Astillero o de viaje cuando no venia o llegaba tarde... y también comprobó, que si la cena no esta lista hay un delivery a la vuelta de la esquina, descubrió que una amante no suele ser tan obsesionada con las cosas de la casa, y que muchos de sus vecinos hasta se habían mudado

Hoy Susanita vive sola, su hijo se fue a vivir con un amigo, su marido con su amante y los vecinos de entonces ya no están en el barrio, Susanita hoy, cambio de burbuja, aprendió que un destornillador es una herramienta de trabajo, que la luz no viene de regalo y que hay impuestos que vencen...
Susanita , aunque tarde , se dio cuenta, al soltarse el pelo, que tenia canas, mas arrugas frente a un espejo y en su reflexión, dejo traslucir, que había muchas cosas sin hacer.

Tal vez, hoy, alguien logre entender ( como Susanita ) por que esta el dicho “ No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy “

Algún día será mañana, lo importante, es que no nos demos cuenta que ese día llego.

Noemí Bianchi